P: ¿Cómo
valorarías la situación laboral actual de la mujer en el sector retail?
R: A nivel general, considero
que, si bien se están dando grandes pasos, aún queda camino por recorrer hasta
lograr una igualdad real, ya que, según datos de Eurostat sólo el 31% de los
cargos directivos en España son Mujeres.
No obstante, creo que el sector
del gran consumo y más específicamente, el de la moda, es un ámbito en el que
la mujer ha tenido históricamente un gran protagonismo y ello ha favorecido una
mayor presencia en el ámbito empresarial.
En C&A siempre hemos
defendido la igualdad de género y, como consecuencia, un 80% de nuestros
empleados a nivel mundial son mujeres, siendo en España y Portugal de un 88%. Un
dato que alcanza valores similares en el caso de nuestra red de colaboradores y
que pone de manifiesto la importancia de la mujer en nuestra cultura
corporativa.
De hecho, el año pasado
quisimos dar un paso más y formalizar este compromiso con nuestra adhesión a
los Principios para el Empoderamiento de la Mujer (WEP), promovidos por la
Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento
de la Mujer (UN Women) y el Pacto Mundial de Naciones Unidas (UNGC) y que
tienen como objetivo servir como guía a las empresas sobre cómo empoderar a las
mujeres en el trabajo, en el mercado y en la comunidad.
P: La actual igualdad dentro de la cúpula directiva de C&A Iberia, supone un
ejemplo a seguir para el resto del sector ¿consideras que esta equidad ha
favorecido el desarrollo de políticas de igualdad?
R: Sin duda, el
hecho de contar con una presencia equilibrada de hombres y mujeres en la alta
dirección de una compañía, como en nuestro caso, favorece una visión más amplia
sobre cómo implantar un modelo de negocio que promueva la igualdad y el
desarrollo de las personas, independientemente de su género. Es sobretodo un
aliciente para las nuevas generaciones que ven como la carrera profesional en
C&A es una realidad, basada en las capacidades del individuo y no en el
género, ilusionando a mujeres que ven como el concepto de “techo de cristal” no
existe en nuestra empresa.
En mi caso, he desarrollado la
práctica totalidad de mi carrera profesional en C&A Iberia. A lo largo de
estos años, he ido ocupando cargos de diferentes niveles y responsabilidades
hasta alcanzar la dirección de RRHH, por lo que creo que mi trayectoria es un
claro ejemplo de la apuesta de C&A por el empoderamiento de la mujer. Creo
que es algo que siempre ha formado parte de nuestro ADN y cultura empresarial
y, por ello, estoy muy orgullosa de poder contribuir directamente a esta labor
cada día.
P: En tu opinión, ¿qué medidas son las más efectivas para lograr la igualdad?
R: Creo que resulta esencial
incorporar la igualdad de género dentro de los principios y valores
corporativos, ya que solo de esta manera podremos transmitir la importancia de
este compromiso a todos nuestros profesionales.
Es clave difundir una cultura en
la que la lucha por la igualdad no es un tema de mujeres, sino de todos. Solo
podemos conseguirlo si los hombres la hacen suya, esta cultura de igualdad
trasciende el género, solo si vamos de la mano y dejamos de batallar entre nosotros
evolucionaremos como sociedad y empresa sana y feliz que necesitamos.
En nuestra empresa trabajamos
impulsando planes de formación y desarrollo profesional que garanticen la
igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, así como políticas e iniciativas
que favorezcan una mejor conciliación de la vida personal y profesional
Por otro lado, promovemos
procesos de selección justos y equitativos, en los que la elección está
únicamente ligada a la valía de los candidatos. En esta línea, hemos iniciado
el uso del llamado “currículum ciego”, puede ser una vía para evitar posibles
subjetividades por rasgos personales como puede ser el género o la raza del
candidato.
P: En la actualidad, trabajas en una de las multinacionales europeas con más
antigüedad, ¿estamos igual que ellos en igualdad en general y en igualdad
laboral particularmente?
R: En C&A siempre se ha
trabajado en el respeto al individuo como uno de sus valores fundamentales, por
lo que la defensa de la igualdad de género en la definición e implantación de
políticas internas ha sido equitativa en todos los países en los que desarrolla
su actividad.
A nivel general, es cierto que
los países europeos nos llevan ventaja en cuanto a legislación que apoye
políticas de conciliación e igualdad, sobretodo en la concienciación y
compromiso masculino, aunque en los últimos años España ha tenido un desarrollo
enorme en este sentido, todavía nos queda trabajo por hacer.
P: Si
tuvieras que identificar, en general, grandes tareas pendientes en relación con
los derechos de las mujeres, ¿cuáles serían?
R: A nivel general, considero que
es necesaria una mayor involucración de las instituciones, mediante la puesta
en marcha de políticas y programas específicamente enfocados a la lucha por la
igualdad.
Nos encontramos en un momento
en el que la sociedad está ejerciendo una mayor presión en este sentido y las
instituciones deben saber recoger el guante y ponerse manos a la obra. En esta línea,
creo que el movimiento He For She, impulsado por ONU Mujeres, representa un
punto de inflexión ya que involucra directamente a los hombres en la consecución
de la igualdad. Esto, que para muchos podría parecer una obviedad es, bajo mi
punto de vista, fundamental, ya que durante años hemos centrado la lucha entre
hombres y mujeres; tenemos que evolucionar hacia la consecución de un objetivo
común, solo juntos hombres y mujeres trabajando juntos podremos alcanzar la
paridad.
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